Internet de las cosas, ¿qué es?
El Internet de las Cosas, conocido por sus siglas IoT (Internet of Things) son la agrupación e interconexión de dispositivos que se encuentran conectados a través de una red, independientemente de si dicha red sea privada o pública, caracterizándose porque todos ellos pueden ser visibles y llevar a cabo interacciones.
Cualquier dispositivo con capacidad de conectarse a internet e interactuar sin necesidad de la intervención de un humano, es un dispositivo válido.
¿Qué relación tiene el IoT con el big data?
El Internet de las Cosas y el big data se complementan de un modo perfecto ya que, una de las consecuencias del IoT, es la generación de una alta cantidad de datos, los cuáles, son analizados con tecnologías propias del big data con la finalidad de ofrecer una mejor experiencia al usuario en cuanto a los servicios prestados., por lo tanto el IoT es una gran fuente de datos para el big data.
¿Cuáles son las principales dimensiones con las que se mide la calidad de los datos?
- Integridad: hace referencia a si se han acumulado todos los valores de datos o por ejemplo, si hay algún hecho en la serie de eventos que han sido reportados o incluso en los valores del sensor que deberían ser calculados.
- Consistencia: hace referencia a si los valores registrados son consistentes con el contextos en el que los valores fueron producidos por el dispositivo.
- Precisión: hace referencia a si los valores que han sido almacenados a través de la red de dispositivos muestran exactamente lo que se produjo en cada dispositivo.
- Oportunidad: hace referencia a si los datos fueron recogidos dentro de un plazo razonable o si hay alguna monitorización que ofrezca seguridad sobre si el conjunto de datos se encuentra sincronizado.
Un ejemplo de IoT en el ámbito empresarial
Un ejemplo de aplicación del IoT en el ámbito empresarial se encuentra en el área de la agricultura. A través de la instalación de sensores de humedad, los agricultores son capaces de recibir datos más precisos y predecir cuándo regar los cultivos. Además, los sensores son capaces de conectarse al sistema de riego y ponerlos en marcha de forma automática.
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