Tanto el canal B2B como el B2C se han enfrentado a un reto de dimensiones mayúsculas durante los últimos meses: el aumento del volumen del comercio electrónico, la apuesta por la omnicanalidad o el cambio de comportamiento de los clientes han sido solamente algunos de ellos.
Sin embargo, y pese a ello, no todos los comercios han invertido en tecnología todo lo necesaria para planificar una estrategia de omnicanalidad adecuada. La tecnología debe convertirse, sin embargo, en el motor de cambio para que se puedan continuar desarrollando estrategias de monetización de datos con modelos de negocio emergentes.
¿Cuáles son los pilares que deben estar presentes para disfrutar de una transformación tecnológica?
Arquitectura tecnológica
- Dataficación: Liberar el poder de los datos es una de las mejores inversiones que vamos a poder llevar a cabo. Las plataformas de datos basadas en la nuve nos permiten acelerar la captura de valor y la elaboración de informes que nos permiten aumentar la perspectiva que tenemos sobre el funcionamiento de nuestro negocio.
- Modernización tecnológica: Optar por una arquitectura modular basada en microservicios ayudará a las organizaciones a alcanzar una mayor flexibilidad y a convertir su negocio en un proceso más escalable.
Modelo operativo
- Organización dirigida por productos: La organización de nuestra logística basada en productos nos permitirá centrarnos en el desarrollo y la gestión de las capacidades empresariales. El objetivo es el de dotar a toda esta infraestructura de una coherencia que nos permite poder obtener el retorno deseado en función de las necesidades con las que contemos.
- Software automatizado: Las empresas digitales nos permiten liderar el cambio hacia modelos más automatizados en los que todos los recursos responden a la lógica de aumentar su eficiencia de manera 100% controlada. A mayor automatización, mayor capacidad tendremos para reorientar nuestros recursos hacia áreas que realmente sean de nuestro interés.
- El impulso del talento: A medida que la tecnología va siendo más protagonista, el talento debe ser uno de los socios sobre los que impulsar el cambio interno. No se trata únicamente de proteger la propiedad intelectual de la organización, sino de mejorar el rendimiento de la misma y acortar los plazos existentes en cada proceso. El objetivo es el de hacer de nuestro negocio un área mucho más eficiente con la que interactuar.
¿Cómo acelerar los cambios en la transformación tecnológica?
- Adoptar una perspectiva de cliente de extremo a extremo: Se deben cuidar todas las etapas que recorre un cliente desde el momento en el que se interesa por nuestro negocio hasta que lleva a cabo la transacción.
- Las inversiones tecnológicas se deben centrar en el valor empresarial, con el objetivo de obtener un mayor valor añadido.
- Los datos deben tener un uso bien definido. Se deben actualizar de forma constante para adaptarse a las audiencias internas.
- Construcción de bases tecnológicas: Las plataformas con las que se interactúa deben estar automatizadas y 100% personalizadas a las necesidades de los clientes.