Bajo el paraguas del concepto del Internet de las Cosas, IoT por sus siglas en inglés, se hace referencia a la interconexión digital de una gran cantidad de objetos que son cotidianos en nuestro día a día. Más allá de los ordenadores y de las tabletas, internet ha demostrado durante los últimos años su capacidad para ser determinante en multitud de campos.
La era del IoT constituye un cambio radical en la calidad de vida de las personas que viven en una misma sociedad. Explorando nuevas vías de acceso a sectores tan diferentes entre sí como la educación, la seguridad, la asistencia sanitaria o el transporte. Entre muchos otros. Además de posicionarse como uno de los principales ejes de acción en todo lo relacionado con la sostenibilidad.
A continuación, diferentes oportunidades en torno a esta última cuestión en las que el IoT tiene mucho que ofrecer.
IoT y la optimización del uso del agua
Una de las principales particularidades del IoT es su capacidad para ofrecer una conexión a tiempo real en torno a multitud de datos. Entre ellos, el uso que hacemos de nuestros recursos existente.
El uso eficiente del consumo de agua en acciones tales como el regadío persigue una doble intención: una mejora de la sostenibilidad y la consecución de una mayor productividad en el trabajo. Al mismo tiempo que persigue la consecución de uno de los 17 ODS impulsados por las Naciones Unidas.
A través del IoT es posible reducir el consumo de agua dulce en el regadío. Gracias a los diferentes sensores que se pueden desarrollar, podremos obtener una mayor información en torno a qué momento y qué zona se debe regar con la cantidad de agua adecuada.
Una anticipación a la demanda real energética
Para poder ser más sostenibles, el uso eficiente de los recursos disponibles es fundamental. En el ámbito energético, resulta clave el análisis de los datos que se generan a través de los sensores, algoritmos y diferentes redes de comunicación desarrollados por la industria tecnológica.
A través de los mismos, es posible anticipar la demanda eléctrica de una ciudad o de una industria con la suficiente antelación. La energía inteligente, término acuñado por el Foro Económico Mundial, tendrá la capacidad de reducir el precio del kW. Al mismo tiempo que impulsará el crecimiento del uso de las energías renovables.
Hacia una gestión inteligente de los recursos disponibles
La tecnología IoT es uno de los ejes vertebradores de todas las estrategias futuras en torno a la distribución eficiente de todos los recursos disponibles. Actualmente, hasta el 75% de todos los proyectos relacionados con IoT tienen como objetivo conseguir una mayor eficiencia energética en la ciudad, según datos del propio Foro Económico Mundial.
Para poder conseguir una mayor incidencia y un desarrollo a la altura de sus expectativas, la inversión en este tipo de tecnología resulta fundamental por parte tanto de los gobiernos como de las grandes empresas. Abaratar sus costes y extender su uso, dos de las principales objetivos que se deben perseguir a la hora de exprimir al máximo todas sus posibilidades.