En el universo digital, cada visita que acceder a un sitio web asume el papel de consumidor de manera inmediata. El recorrido que un cliente lleva a cabo desde el momento en el que tiene una necesidad hasta que la satisface ha evolucionado de manera considerable con respecto a épocas anteriores.
Actualmente, la mayoría de los ciclos de compra comienzan en Google. Y, en algunos casos, también terminan sin necesidad de haber interactuado con ningún otro sitio web, gracias a Google Shopping. Una situación que ha obligado a Google a identificar cuatro micromomentos. O, lo que es lo mismo, «ese instante concreto en el que a través de una búsqueda los usuarios esperan que las marcas respondan a su necesidad de obtener información, realizar alguna acción, efectuar una compra o mirar un contenido en tiempo real».
¿Cuáles son los cuatro micromomentos?
- Quiero saber: En el momento en el que el usuario realiza una búsqueda con el objetivo de informarse o investigar en torno a un producto o servicio en concreto. En este micromomento, todavía no tiene intención de consumir. Es un momento importante, puesto que se realiza la primera evaluación en torno al retorno que puede obtener un consumidor con una compra.
- Quiero ir: Esta búsqueda se orienta a los servicios o los productos que el usuario tiene próximos a sí mismo en términos geográficos. En esta ocasión, se refiere a los usuarios que buscan una empresa local o que tienen la intención de comprar un producto en un lugar cercano.
- Quiero hacer: Vídeos, recetas, tutoriales… En esta acción, el usuario realiza una búsqueda para informarse en torno al proceso para poder llevar a cabo una nueva acción.
- Quiero comprar: Es el momento clave en la transacción comercial. Corresponde al momento exacto en el que el usuario quiere realizar una compra y necesita ayuda para llevarla a cabo.
Marketing de contenidos y micromomentos
En cada uno de los cuatro micromomentos mencionados anteriormente, Google actúa como la pieza clave definitiva sobre la que ordenar los resultados que deben ser visibles para el usuario. Los continuos cambios en el algoritmo de la empresa americana tratan de establecer un orden con el que satisfacer las necesidades y las expectativas de los usuarios.
El marketing de contenidos se convierte, en este escenario, en una pieza clave sobre la que vertebrar nuestra estrategia de marketing. A través de un contenido de calidad nuestro sitio web logrará aumentar su relevancia y el algoritmo de Google comenzará a situarlo en las primeras posiciones.
Si tienes un sitio web, debes ser capaz de identificar cuál es tu público objetivo o el buyer persona al que te debes dirigir. Una vez realizada la primera identificación, podrás conocer cuáles son las preguntas que se hacen y qué momentos las llevan a cabo. Tu objetivo debe ser el de posicionar a tu contenido con la información adecuada en el momento en el que llevan a cabo sus búsquedas. Por ello, te dejamos tres tips que te ayudarán a optimizar tu marketing de contenidos.
- Be quick, sé rápido: El contenido debe ser directo. Tu web, además, debe estar optimizada para cualquier dispositivo: móviles, tablets y ordenadores. Si la página no tiene una buena velocidad de carga, nunca alcanzará las exigencias de Google.
- Be useful, sé útil: Tus esfuerzos deben ir dirigidos hacia la creación de respuestas relevantes para el usuario. Aprovecha la amplia variedad de formatos de contenido a los que podemos acceder en la actualidad: infografías, artículos de blog, piezas para redes sociales…
- Be there, estate presente: ¿Cuáles son las preguntas que se hacen tus clientes y qué momento las realizan? Anticípate a los micromomentos para poder ofrecer una solución con la que cubrir todas sus necesidades.