El concepto de marca personal ha crecido de manera exponencial durante los últimos años. ¿El motivo? La creciente competencia a la que nos encontramos expuestos en el escenario actual, dominado por la digitalización y la competitividad que se desprende del universo online.
Con la llegada de la tecnología, la manera en cómo interactuamos con nuestros clientes también ha cambiado de manera considerable. Teniendo que ejecutar otro tipo de técnicas para poder alcanzar los objetivos deseados en el momento de trabajar acerca de las diferentes estrategias planificadas. Construir, potenciar y controlar tu marca personal en el ámbito profesional es vital para alcanzar las metas y los objetivos deseados. Conscientes de las dudas que existen en torno a esta cuestión, hemos seleccionado cinco tips que te ayudarán a trabajar la misma de manera adecuada.
¿Qué es la marca personal?
El concepto de marca personal hace referencia a la manera en cómo nos perciben las personas de nuestro entorno. La forma en cómo actuamos, comunicamos y expresamos en el entorno online y offline actúa como un importante impulso en materia de desarrollo.
En branding, este concepto ha acaparado una creciente atención durante los últimos años. Debemos conocer cómo gestionar y proyectar la imagen de nuestro negocio para crecer de manera multidisciplinar en diferentes ámbitos. A continuación te damos cinco tips para que puedas trabajar y construir la tuya.
Cinco ‘tips’ para trabajar la marca personal de tu negocio
Define tus objetivos
Como ocurre con cualquier otra estrategia del entorno profesional, la definición de nuestros objetivos es uno de los primeros pasos que debemos dar. Estos objetivos determinarán el resto de las acciones que llevemos a cabo a posteriori.
No podemos actuar del mismo modo si queremos conseguir nuevos clientes que si estamos deseando vender más unidades de un producto en particular. Dependiendo de este elemento, tendremos que adaptar el resto de las acciones a desempeñar.
¿Cuál es tu público objetivo?
Nuestro público objetivo es aquel que queremos que consuma nuestros productos o nuestros servicios. Toda nuestra estrategia de creación de marca debe tener un buyer persona definida, que es el individuo sobre el que debemos trabajar. Definir nuestro contenido no es lo único, también debemos adaptar cómo será la comunicación para poder acercarnos a los clientes en los que realmente estamos interesados.
Crea un mensaje
La manera en cómo comunicamos es tan importante como el qué comunicamos. La primera pregunta que debemos realizarnos cuando comenzamos a explorar los límites de la creación de nuestra marca personal es el qué queremos comunicar. Debemos utilizar palabras simples y frases cortes. Ser directos y concisos es la mejor inversión por la que podemos decantarnos. Tenemos que ser positivos y abiertos. Además de invitar a una interacción con nuestra comunidad.
El diseño de tu imagen corporativa
El diseño siempre ha sido importante en el devenir de cualquier empresa. Sin embargo, dada la competitividad actual que define el universo offline, su impacto ha sido en la actualidad más que notable. Nuestra marca debe llevar una relación directa con una imagen y una gama cromática que refleje las características de la misma.
Para ello, debemos tener en cuenta los conceptos que deseamos que estén presentes en el diseño y que intervengan en nuestra imagen de marca. Además, también tenemos que relacionar los objetos o elementos que dan valor a nuestro negocio. Para ello, aspectos tales como el color o la tipografía son fundamentales. En ambos casos, únicamente será posible acceder a los mismos a través de un profesional del diseño gráfico y de branding que nos guíe en la consecución de nuestras acciones.
Planifica tus acciones
Una vez hemos recorrido todos los pasos previos en materia de planificación, identificación y diagnóstico, es el momento de ejecutar nuestra estrategia. Y, al igual que ocurre en el resto de los ámbitos en los que trabajamos, la planificación es el paso más importante que debemos seguir.
Todas las acciones que hayamos pensado de manera previa deben responder a una calendarización, con independencia de la naturaleza con la que cuenten. Únicamente de este modo podremos crear una estrategia que aporte un valor añadido a nuestro negocio.